El granito es uno de los materiales más utilizados en el arte funerario por su resistencia, elegancia y durabilidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, la exposición a la intemperie y los factores ambientales puede hacer que las lápidas pierdan su brillo natural.
En este artículo te explicamos cómo limpiar y mantener una lápida de granito para conservar su aspecto impecable durante años.
Cómo limpiar y mantener una lápida de granito en perfecto estado
Limpieza básica de la lápida de granito
Antes de comenzar, retira hojas, flores secas y polvo superficial con un paño suave o una escoba de cerdas blandas.
Después, prepara una mezcla de agua tibia y jabón neutro (sin amoníaco ni ácidos). Usa una esponja o trapo de microfibra para limpiar la superficie con movimientos circulares.
Consejo: evita productos abrasivos o estropajos metálicos, ya que pueden rayar el granito y deteriorar el pulido.
Enjuague y secado adecuado
Una vez que hayas limpiado toda la superficie, enjuaga con abundante agua limpia para eliminar cualquier resto de jabón.
Luego, seca la lápida completamente con un paño suave o gamuza. Este paso es esencial para evitar manchas de cal o humedad, especialmente en zonas donde el agua tiene alto contenido mineral.
Eliminación de manchas difíciles o líquenes
Si observas manchas verdes, moho o líquenes, utiliza una solución suave de agua con un poco de lejía diluida (una parte de lejía por diez de agua).
Aplica con una esponja, deja actuar unos minutos y aclara de inmediato con abundante agua.
También existen limpiadores específicos para piedra natural que eliminan organismos sin dañar el granito.No uses vinagre ni productos ácidos: pueden alterar el color y brillo del material.
Aplicar un protector para granito
Para mantener la lápida en perfecto estado durante más tiempo, aplica una capa de protector o hidrofugante para granito cada uno o dos años.
Estos productos crean una barrera invisible que repele el agua, la suciedad y evita la aparición de musgo o manchas.
Mantenimiento periódico
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Limpia la lápida al menos dos veces al año, especialmente después del invierno o en zonas húmedas.
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Retira las flores marchitas y el polvo con frecuencia.
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Evita apoyar velas directamente sobre la piedra para no dejar restos de cera.
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Si hay grabados o letras doradas, limpia con un paño seco y sin frotar demasiado.
Saber cómo limpiar y mantener una lápida de granito es la mejor forma de conservar la memoria de tus seres queridos con respeto y cuidado.
Con una limpieza regular y productos adecuados, el granito mantendrá su belleza y brillo natural durante muchos años, resistiendo el paso del tiempo y las condiciones del entorno.
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